
A pesar de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos debería ser suficiente para proteger a todos, lo importante es que el cumplimiento de los derechos se realice en condiciones de igualdad.
He querido publicar este artículo, que es prácticamente una copia, pensando en los alumnos que normalmente veo en mi universidad, luchando por su futuro, con sacrificio , confianza en sí mismos y fé.
Recién entró en vigor (Mayo) la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas, un texto que su idea es proteger a 65o millones de discapacitados en el mundo y se pretende subsanar tantas situaciones en donde no tienen las mismas oportunidades que el resto de la población.
Para subsanarlo, la Convención de la ONU trata de acabar con las prácticas discriminatorias. Han sido necesarios cinco años de negociaciones para que este texto vea la luz, pero si su aplicación es efectiva, puede enmendar errores.
Se buscan cambios que mejoren y promuevan el acceso a la educación, al empleo, a sistemas de salud adecuados y a entornos sin obstáculos físicos ni sociales.
El artículo 12 de la Convención reconoce la capacidad jurídica de las personas discapacitadas y defiende la puesta en marcha de medidas oportunas "para impedir los abusos". En concreto, subraya la necesidad de respetar sus derechos, voluntad y preferencias e insta a tomar "todas las medidas que sean pertinentes y efectivas" para garantizar el derecho de las personas con discapacidad a ser propietarias, heredar bienes, controlar sus asuntos económicos, acceder en igualdad de condiciones a préstamos bancarios o no ser privadas de sus bienes de "manera arbitraria". Fuente: Consumer.es Foto: Dominik Golenia
No hay comentarios:
Publicar un comentario