
Hay una frase de Benjamín Franklin que adquiere relevancia en estos tiempos, "un centavo ahorrado es un centavo ganado" y ese es, en realidad, el gran secreto para comenzar el camino de la prosperidad económica. Ahorrar es la base de la riqueza, pues si no acumulas dinero al principio, nunca tendrás capital para invertir. Y en cada momento de la vida tenemos la oportunidad de ahorrar, casi sin darnos cuenta. A continuación algunos pequeños consejos que te ayudarán a cortar gastos, lo cual nunca está demás, aún cuando corro el riesgo de que se me acuse partidario del antimarketing.
¡Cuidado cuando visites los supermercados con algunas promociones, como por ejempo cuando compras un paquete de seis botellas de ketchup que no vas a usar ni en dos años... y al final se echarán a perder!
Compra sólo lo que tengas en tu lista; evita los pasillos de dulces, al igual que el de artículos gourmet muy bellos, pero carísimos.
Jamás compres cuando tengas hambre, pues acabarás comprando comidas que no necesitas.
En tu farmacia o supermercado habitual, pide una tarjetita plástica de miembro, llévala en tu llavero y muéstrala antes de pagar, pues conseguirás ahorros considerables.
Utiliza los cupones de ahorro. Aunque parezca tedioso recortarlos, cada vez que vas al mercado podrías ahorrarte unos buenos pesos.
Fíjate que en la registradora no se equivoquen, (es mas habitual de lo que uno cree) que te den los precios anunciados.
Aprende a comprar en las tiendas de (todo a mil pesos) y ahorrarás muchísimo en ciertos productos. Eso sí, verifica un cierto grado de calidad.
Cuidado cuando vas a las tiendas que ofrecen rebajas y compras una prenda de vestir rebajadísima, pero que nunca te vas a poner.
¿Cuántos pares de zapatos necesitas? Las estadísticas dicen que tenemos tres pares básicos.
Si quieres algo específico y no puedes vivir sin ello, antes de comprarlo espera a que lo pongan en rebaja y ahorrarás más del 50%.
Recicla tus telas: saca unos shorts de esos jeans que ya están medio viejos.
Escoge ver un video o DVD en familia en vez de gastar el triple yendo al cine.
Considera hacerte socio de un sitio como Netflix, que incluso te permite ver infinidad de filmes y videos instantáneos en tu computadora sin pagar una cuota adicional.
No compres refrescos y palomitas de maíz en el cine, sino lleva algún sustituto en la cartera guardado.
Si pagas en efectivo cada vez que puedas, eso te permitirá comprar sólo cuando tengas dinero disponible.
Si puedes, quieres y no te dá verguenza, lleva tu propio almuerzo al trabajo y al final de mes verás cuánto has ahorrado.
En los restaurantes, si son dos personas, pidan dos aperitivos y compartan un plato principal. Eviten los refrescos, pidan agua y olviden los carísimos postres o cafés.
Revisa los recibos de tiendas y restaurantes, pues a veces vienen con errores en tu contra o añaden la propina automáticamente, especialmente cuando son más de seis personas, y no te lo hacen saber.
Ve a la biblioteca pública donde puedes sacar los últimos libros, sin gastar un centavo. Ahorros en general
Hay cosas que salen más baratas si se adquieren por internet, como la comida para animales, los libros y ciertas medicinas y ropa, ¡además de los viajes!
Si haces pagos por internet, te ahorrarás varios pesos, en locomoción y otros gastos dentro del mes.
Usa un banco que te ofrezca cuenta corriente y cheques gratis. Igualmente, debes asegurarte que te dé una tarjeta de crédito sin pago anual de membresía.
Evita costos de cajeros automáticos que te cobren por extraer dinero.
Trata de usar la misma compañía de seguro para todas tus necesidades (casa, auto, vida).
Cuando puedas, compra cosas usadas (libros, muebles, CD) que incluso se encuentran en la internet, o en otro tipo de tiendas.
Apaga las luces, mantén el termostato controlado y ahorrarás en electricidad.
Conduce sólo lo necesario.
Ahorra en tu plan telefónico: quizás tu teléfono móvil es suficiente. Escoge el mejor plan de larga distancia.
Ahorra en tintorería aprendiendo a lavar a mano y planchar en la casa blusas, camisas de hombre, piezas que puedes secar en tendederos , etc.
El ahorro es lo primero que aprendemos de matemáticas, pero lo olvidamos de adultos: uno y uno es dos... Un ahorrito por aquí y uno por allá se acumulan a fin de mes.
FUENTE: LA OPINION
No hay comentarios:
Publicar un comentario